Concurso patrocinado por el Hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera

miércoles, 26 de marzo de 2014

Cecilia, orra vez

Intentar evitar el movimiento natural de sus caderas le hacía llegar a casa agotada, pero era parte del sacrificio que le permitía fingir una identidad masculina y, por tanto, ganar más que sus compañeras.
“No me debo quejar”, se dijo en voz alta, con gesto conformista,  contemplando en el espejo su apariencia mientras despegaba con suavidad el bigote postizo.
Se había convertido en una especie de Cecilia Böhl del siglo XXI.
Extraño  mundo éste que tanto presume de sinceridad, progreso y libertades pero que le exigía dejar de ser ella misma para poder conseguir un mínimo de igualdad.

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