-No puedo ser camionera - dijo - no logro conciliar este trabajo con el horario de los niños.
-Tranquila cariño, ya llevo yo el camión, que me he enterado de una oferta de limpiadora con horario flexible, que es más conveniente para ti.
-¡Pero si no tienes carnet! ¡Y yo sí!
-No importa, empezaré a sacármelo en mis ratos muertos, así aprovecho el tiempo.
Tragó todo aquello que no dijo, se le hinchó el estómago y reventó.
-Desde luego, mi mujer es una histérica - sentenció desde el sofá.
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